NUESTRO AOVE
NUESTRO AOVE
PAZ
Edición Premium
Nuestro Aceite de Oliva Virgen Extra PAZ ha sido cultivado en nuestro propio campo de olivo cordobés. Extraemos el aceite de las aceitunas Arbequina, Picual y Hojiblanca, desde el año 1870. Más de 150 años de experiencia ofreciendo a los consumidores un gran aceite de oliva de gran calidad.
En Monteoliva Cordobesa elaboramos de forma artesanal y ecológica el aceite que ha sido obtenido directamente de aceitunas seleccionadas. Obtenemos un aceite puro, verde y con matices de olores y sabores muy diferentes. Cada oliva presenta distintas categorías gastronómicas dependiendo de su variedad.
Nuestros maestros aceituneros llevan años especializados en la cosecha de la oliva. Cultivamos la aceituna en su mejor momento para poder ofrecer aceites de grandes calidades.
Todos nuestros productos presentan calidades superiores a precios muy competitivos. No empleamos procedimientos químicos durante el proceso. Todo el producto es obtenido por nuestros cosechadores especializados en cada tipo de oliva.
Descubre nuestro Aceite de Oliva PAZ y déjate deleitar por el encanto gastronómico del aceite cordobés.
ELABORANDO ACEITE
· DESDE 1870 ·
TIENDA
Monteoliva Cordobesa, situada en Montilla-Córdoba, ha estado produciendo Aceite de Oliva Virgen Extra desde 1870.
Nuestros olivos crecen en un entorno natural privilegiado, con un clima perfecto para obtener frutos de alta calidad que presentan características organolépticas complejas.
Nuestra almazara representa la unión ideal de nuestra filosofía, que combina tradición y tecnología, siempre enfocada en la calidad como nuestro principal factor diferenciador.
Monteoliva Cordobesa es una almazara privada enfocada en la calidad. Nuestros olivos, situados en un entorno natural privilegiado en Montilla-Córdoba, son cuidados con prácticas agrícolas sostenibles que aseguran la calidad de sus frutos.
El proceso productivo refleja esta dedicación a la calidad. Desde la recolección hasta la extracción, utilizamos tecnología avanzada y métodos tradicionales para preservar las propiedades del aceite de oliva virgen extra. Las aceitunas se seleccionan y procesan rápidamente para evitar la oxidación, y la extracción a baja temperatura mantiene los aromas y sabores. Una decantación natural y un filtrado meticuloso eliminan impurezas, garantizando un producto limpio y estable.
Nuestros rigurosos controles de calidad en el laboratorio aseguran que cada lote cumpla con altos estándares, permitiendo obtener certificaciones de calidad y seguridad alimentaria. Así, Monteoliva Cordobesa ofrece un aceite superior que deleita los paladares más exigentes y contribuye al bienestar de nuestros consumidores.
Una vez que hemos clasificado las aceitunas en el patio, procedemos a la extracción del aceite. En Monteoliva Cordobesa, trabajamos con un enfoque prioritario en la inmediatez y la calidad. Desde 1870, nos hemos dedicado a producir Aceite de Oliva Virgen Extra, y entendemos que el tiempo es un factor crucial en la obtención de un producto de excelencia. Por eso, en nuestra fábrica, el proceso completo, que es completamente mecánico, no suele superar las dos o tres horas. Este enfoque nos permite mantener la frescura y la pureza del aceite desde el campo hasta su envasado.
Trabajamos a temperaturas bajas, manteniéndonos siempre entre 25 y 26,5 grados Celsius. Este control térmico es fundamental, ya que es en este rango de temperatura donde conseguimos maximizar los atributos organolépticos de nuestro aceite, es decir, sus aromas y sabores. Un aceite de oliva virgen extra de alta calidad no solo debe ser saludable, sino también ofrecer una experiencia sensorial rica y compleja. La baja temperatura durante la extracción ayuda a preservar los compuestos volátiles que contribuyen a los aromas frescos y a los sabores frutados, picantes y ligeramente amargos que caracterizan a nuestros aceites.
Nuestro proceso productivo es supervisado rigurosamente en nuestro laboratorio, donde cada lote de aceite es analizado para garantizar que cumple con nuestros estrictos estándares de calidad. Este control nos permite asegurar una trazabilidad única y exclusiva de nuestro producto. Sabemos en todo momento qué ha sucedido con cada lote de aceitunas y cada gota de aceite. La trazabilidad no solo es una herramienta de control de calidad, sino también una garantía para nuestros clientes de que están adquiriendo un producto genuino y cuidadosamente elaborado.
La calidad es nuestro sello distintivo, y por ello, obtenemos certificaciones de seguridad y calidad alimentaria que son reconocidas internacionalmente. Estas certificaciones no solo avalan nuestro compromiso con la excelencia, sino que también nos permiten exportar nuestra mercancía a mercados exigentes en el exterior. El reconocimiento global de nuestros estándares de calidad nos abre puertas en numerosos países, donde nuestros aceites de oliva virgen extra son apreciados por su sabor y sus beneficios para la salud.
En Monteoliva Cordobesa, nos enorgullecemos de combinar tradición y tecnología. Nuestro legado desde 1870 nos ha enseñado el valor de las prácticas artesanales, mientras que la tecnología moderna nos permite mejorar y perfeccionar cada etapa del proceso de producción. Desde el cuidado meticuloso de los olivos en el campo, pasando por la recolección y clasificación de las aceitunas, hasta la extracción y el envasado del aceite, cada paso es ejecutado con la máxima precisión y dedicación.
La educación sobre el aceite de oliva virgen extra es también una parte importante de nuestra misión. Queremos que nuestros clientes comprendan los beneficios y las características que hacen de este producto algo especial. El aceite de oliva virgen extra es rico en antioxidantes y grasas monoinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Además, contiene compuestos antiinflamatorios y vitaminas esenciales que contribuyen al bienestar general.
Invitamos a todos a descubrir la diferencia que ofrece un aceite de oliva virgen extra de alta calidad como el nuestro. Ya sea utilizado en crudo para aderezar ensaladas, en platos cocinados para realzar sabores o simplemente para disfrutar con un poco de pan, nuestro aceite es un ingrediente versátil y delicioso que puede transformar cualquier receta en una experiencia culinaria superior.
En conclusión, en Monteoliva Cordobesa, nos dedicamos a la producción de aceite de oliva virgen extra con un compromiso inquebrantable con la calidad y la autenticidad. Nuestra combinación de tradición, tecnología y pasión por lo que hacemos nos permite ofrecer un producto que no solo cumple con los más altos estándares, sino que también aporta un valor inigualable a la dieta y la salud de nuestros consumidores.
ALMACENAMIENTO DEL AOVE
Una vez que obtenemos el Aceite de Oliva Virgen Extra mediante nuestro proceso productivo, nos embarcamos en una serie de etapas cruciales para garantizar la calidad y pureza del producto final. Una de las primeras etapas es la decantación natural, un proceso que dura 24 horas. Durante este tiempo, el aceite recién extraído se deja reposar en grandes tanques, permitiendo que las impurezas y sólidos más pesados se asienten en el fondo. Este proceso de decantación es vital para comenzar a limpiar el aceite de manera natural, sin necesidad de agregar ningún tipo de agente químico.
Después de la decantación, el aceite se traslada a nuestra sala de filtrado. Este es un paso esencial donde se lleva a cabo una limpieza más profunda del aceite. En la sala de filtrado, nos enfocamos en eliminar las proteínas pesadas y los restos volátiles que aún pueden estar presentes. Las proteínas pesadas pueden afectar negativamente la estabilidad del aceite, por lo que su eliminación es crucial para garantizar un producto duradero y de alta calidad. Asimismo, los restos volátiles pueden influir en el sabor y aroma del aceite, así como en su estabilidad a largo plazo. Mediante el filtrado, logramos un aceite de oliva virgen extra limpio y puro, que mantiene todas sus cualidades organolépticas intactas.
El objetivo de estos procesos es doble. En primer lugar, buscamos asegurar que el aceite de oliva virgen extra que producimos sea lo más puro y limpio posible. Esto no solo mejora el sabor y aroma del aceite, sino que también contribuye a su estabilidad y vida útil. Un aceite bien filtrado y limpio tiene un menor riesgo de oxidación y deterioro, lo que significa que mantendrá sus propiedades saludables y su calidad durante más tiempo.
En segundo lugar, estos procesos nos permiten reducir significativamente el riesgo de volatilidad del aceite durante su comercialización. La volatilidad se refiere a la tendencia del aceite a sufrir cambios en sus propiedades debido a la exposición al aire, la luz o el calor. Al eliminar las proteínas pesadas y los restos volátiles, minimizamos la posibilidad de que el aceite sufra alteraciones, garantizando que llegue a los consumidores en las mejores condiciones posibles.